sábado, 3 de mayo de 2008

Hillary Rodham Clinton: El recuento de los daños


"...only the trying, again and again and again; to win again what we've lost before."

En su discurso de graduación del Wellesley College en 1969, Hillary Rodham habló acerca de los retos de su generación y sobre todo, los retos de las mujeres de su generación. "El reto de hoy es practicar la política como el arte de hacer posible, lo que parece imposible." Es muy probable que la esposa del ex-Presidente Bill Clinton, y desde hace 8 años senadora por el estado de Nueva York, tenga la esperanza de recordar esa frase 40 años después en su discurso inaugural como la primera mujer que ocupa la Presidencia de los Estados Unidos.
Generación: Baby Boomer
En su discurso, Hillary habló sobre la libertad, la integridad, el respeto, y confianza, palabras que hoy han migrado al discurso de Barack Obama. El idealismo de la generación del ´68, de los llamados Baby Boomers, tomó un lugar secundario en la campaña de Hillary Clinton. Hoy, según analistas como Joe Klein, se enfrentan la sustancia contra las ideas, los sueños y la inspiración, con la política y las propuestas. Ella misma le reprochó a Obama: se gobierna en prosa.
Las ironías de la vida, Hillary Rodham encabezó la conquista de la libertad en su generación en Wellesley y desafió el conservadurismo, igual que otras mujeres, y fue a Yale, donde estudió Derecho. Pocos años más tarde, ella y Bill Clinton, representaron la juventud, el liberalismo, el cambio y la esperanza (A place called Hope). Se enfrentaron al establishment de Washington y fueron criticados duramente por medio de campañas negativas, tanto del lado demócrata como del republicano. Inclusive, Bill Clinton fue declarado "inelegible" contra George H.W. Bush. Durante la gubernatura en Arkansas y después, durante la campaña presidencial y las dos administraciones Clinton, Hillary y Bill, fueron atacados día y noche por lo que ella en su autobiografía denomina la gran conspiración del ala derecha.
Hoy, Hillary Rodham Clinton es apoyada por el ala conservadora de su partido, representa el establishment y la decadencia de Washington, sus niveles de confianza se sitúan por los 48 puntos, y su discurso es respaldado por los adultos mayores, las clases trabajadoras y blancas. Su discurso ya no habla de esperanza sino de políticas concretas. En los noventas Bill Clinton fué apodado "el primer Presidente negro", hoy los afro-americanos no la apoyan a ella, sino a Barack Obama, quien realmente puede cumplir ese sueño de igualdad y ser el primer Presidente negro en los Estados Unidos.
Candidatura fallida
A finales de 2007 Hillary Clinton era la candidata natural del partido demócrata, se hablaba ya de Barack Obama, pero no se le había tomado en serio, hasta el descalabro de Iowa. Nunca planearon una estrategia alternativa, nunca esperaron el "golpe" de Barack Obama.
Los Clinton comenzaron el 2008 con un baño de agua fría. El día 3 de enero se celebró el primer caucus en Iowa, en donde Barack Obama se llevó el 37.6% de los votos y Edwards quedó en segundo lugar. La candidata natural había obtenido un tercer lugar en su primera elección. El motto del cambio tan machacado por Obama fue el que le dió el golpe. Ella reviró en su discurso aquella noche “I believe you bring about change by working really, really hard”. Desde esa noche Clinton se puso el traje de combate y se dedicó a luchar en contra de la corriente, en contra de las reglas de la lógica y las reglas de la política.
Pero ¿qué fue lo que pasó?
Primero, la gran falla de Hillary Clinton fue, y sigue siendo, su equipo. Nunca hubo una línea clara, hubo confusión y faltó estructura, la estrategia fue dando bandazos. Más que de táctica, el equipo de Clinton fue de reacción. La falta de reflexión puede interpretarse como la subestimación del adversario.
Segundo, su mensaje. Clinton nunca pudo enviar la imagen correcta, la que los ciudadanos norteamericanos necesitan ahora. Clinton no salió a las calles, se sentó en su sala a planear su coronación. Envió el mensaje de la política de Washington, sus anuncios desde lugares comunes y su forma de vestir y de hablar. Los analistas dicen "nunca econtró su voz interna", algunos dicen que después de New Hampshire la encontró, otros dicen que desde Pensilvania, el caso es que el mensaje de Hillary Clinton fue multívoco, habló sobre experiencia pero también cambio, quiso despegarse de la imagen de esposa de Bill, pero al mismo tiempo habló sobre la mejoría económica durante la administración Clinton. Nunca mantuvo una línea congruente y al final el mensaje se distorsionó. Quiso quedar bien con todos, y ahí estuvo su falla, pues el mensaje de Obama se centra en la política visionaria, grandes cambios, reforma total. Clinton se enfocó, conservadoramente, en los temas precisos. Dicen los analistas que mientras Obama apuesta a lo grande, Clinton apuesta a la política individual, grupo de interés por grupo de interés y eso no interesa hoy al pueblo, eso no sirve para "El Cambio".
Tercero, y directamente relacionado con el mensaje, es la presencia de Bill Clinton. La campaña no supo usar o aprovechar a un político carismático. Bill Clinton tuvo su época de Barack Obama mutatis mutandi. En lugar de eso, envíaron a la arena a un esposo influyente que más que ayudar lastimó varias veces la candidatura de su esposa.
Cuarto, ¿Por qué esperó hasta 2008? ¿Por qué no se lanzó en 2004? Parece ser que el timing de Hillary Clinton fue muy malo. Y no se debe a su edad, sino al momento. En 2004 el ánimo no era el del cambio, era el de ganar una guerra, era el de la necesidad de un líder que diera seguridad, pero que lograra ganar esa guerra contra el terrorismo, Hillary hubiera hecho una mejor campaña que Kerry y quizá le hubiera ahorrado a los estadounidenses -y al mundo- 4 años más de G.W. Bush. Además, aquí hubiera entrado el asunto de género, hubiera hecho campaña sola. Hoy, resulta, sociológica e históricamente, mucho más importante que llegue a la Casa Blanca un negro, que una mujer. Además de que geopolíticamente se envía un mensaje de cambio mucho más claro con un Presidente afro-americano.
Quinto, en realidad lo que siempre estuvo en duda fue la electabilidad de Clinton, desde el 6 de febrero y más, después de las 11 victorias consecutivas de Obama. ¿Cómo podría hacer el caso de que él no es elegible, si él iba ganando? El pueblo -y los superdelegados- lo estaba apoyando y ese mismo pueblo es quien vota en las nacionales. En todas las encuestas la gente se ha pronunciado masivamente a favor de un cambio, el mensaje de Clinton era ambigüo respecto a un cambio, pues su campaña estaba basada en la fuerza de su experiencia.
Recordando la clasificación weberiana, Obama es un político que vive para la política y Clinton es una política que vive de la política. Ante un pueblo harto y defraudado por sus políticos ¿quién resulta más atractivo?
El recuento de los daños:
En New Hampshire, se le denominó de nuevo la "Comeback Kid", al igual que Bill en los noventa. Ganó momentum y se llevó Nevada, a pesar de haber sido duramente tratada por la prensa, criticada por sus lágrimas, sus risas y su vestido, la prensa la atacó por feminista y antifeminista, por fría y por sensible. A finales de enero, Obama ganó Carolina del Sur y el apoyo del senador Edward Kennedy. Llegó el Super Tuesday, el 5 de febrero, y con esos resultados estaba claro que la batalla no estaba perdida, pero tampoco ganada. Su último discurso constructivo fue esa noche.
Se esperaba que el Super Tuesday definiera el candidato de los demócratas o al menos, el candidato más fuerte. Los resultados no fueron claros y algunos analistas se preguntaron si ésto significaría un nuevo comienzo. A partir de ahí la estrategia del equipo de Clinton comenzó a fallar, pues efectivamente, el empate significaba que la carrera volvía a comenzar.
Para el 6 de febrero Clinton tenía alrededor 845 delegados contra los cerca de 765 de Obama.
Sin embargo, a estas alturas es claro que el problema no fueron los números en la lista de delegados, sino en la cuenta de banco. Hillary Clinton anunció después del Super Martes que se haría un autopréstamo de 5millones para seguir, mientras la campaña de Barack Obama solamente en una noche, recaudó 3 millones online. En los Estados Unidos la ecuación es: dinero igual a palabra.
Él se declaró ganador de la contienda del Super Tuesday pues había vencido al estabishment, había logrado estar a menos de 100 delegados abajo de la opción Clinton, que en 2007 parecía ser la candidata inevitable. Obama supo capitalizar su triunfo y convertirlo en un movimiento de esperanza, cambio y frescura. A partir del 6 de febrero la carrera demócrata podía describirse así: un movimiento joven por el cambio versus una campaña tradicional washingtoniana (que podía interpretarste negativa o positivamente). The Audacity of Hope contra Ready on Day One.
El equipo Clinton pasó todo febrero intentando diseñar una nueva estrategia para combatir la Obamanía, subestimaron al enemigo y pasaron todo el mes levantándose de 11 derrotas consecutivas. Obama pasó de ser el candidato fresco y carismático y ser una especie de santo o superman. Fué el mes del American Idol.
Hasta el día 26 de febrero que se celebró el 20. debate en que Hillary Clinton atacó a Obama con un "Shame on you Barack Obama!", seguido del anuncio de la llamada a las 3am que apelaba al miedo, que es precisamente lo que Obama había venido criticando. El "nuevo" Super Martes del 4 de marzo le dió sus frutos, Clinton se embolsó Ohio, la mitad de Texas y Rhode Island. Su equipo se dió cuenta que la estrategia era el ataque, bajar al mesías de su pedestal, hacerlo luchar rudo y con ello demostrar que su mensaje no era más que retórica para ganar votos.
La campaña negativa era lo que atraía votos en los grupos de blue collars (trabajador blanco) que no estaban apoyando a Obama y Clinton se dedicó a golpearlo, ayudada claro por algunos deslices y amistades incómodas. El 18 de marzo vino el alabado discurso de "A More Perfect Union", Hillary siguió atacando, hasta que una semana después a ella se le enredó la lengua, el Bosniagate nunca le fue perdonado.
Las 6 semanas entre Misisipi y Pennsilvania fueron eternas y estuvieron plagadas de ataques, deslices y nota amarilla.
Vino entonces el 21. debate que no fue bien visto por el público, y tampoco por Obama. Sin embargo, Hillary y su equipo insistieron en los temas de escándalo, dijeron que el enojo de Obama por el debate fue una muestra de su debilidad para enfrentar los asuntos y transmitieron el anuncio get out of the kitchen que nuevamente le dió a Hillary el voto blue collar, el tradicional, el que se deja asustar. De nuevo triunfaba la campaña del miedo.
El discurso de victoria en Pensilvania ya no fue con un tono de esperanza como comenzó, más bien el tono fue retador. Y pensó que retando a Obama lograría su meta, convencer a los superdelegados de que ella era más fuerte y elegible contra McCain. Hillary, desde hace varias semanas, trae puesto el disfraz de la "gran conspiración del ala derecha" y le hace el trabajo a los republicanos, inclusive ellos mismos la apoyan para "deshacerse" de Obama mediante su Operación Caos, que dicen, es la que ayudó a Clinton en Indiana.
Finalmente, en un acto de desesperación populista, Clinton presentó su propuesta de suspensión del impuesto de gasolina para el verano, muy parecida a la de McCain. Esto le dió, quizá, un par de votos, pero no convenció del todo y salió con una muy pequeña victoria en Indiana.
Entre el miércoles 7 y hoy, la prensa se ha dado vuelo especulando ¿qué hará ahora Hillary Clinton?, ¿será el fin de la dinastía? ¿regresará al Senado? ¿estará negociando la presidencia de la Cámara? ¿intentará buscar la gubernatura de Nueva York?
La realidad es que Clinton empezó al revés, comenzó la carrera en reversa, pues entre más tiempo pasa, menos oportunidades tiene de ganarla. Hoy se debate sobre qué escenario es el menos malo para su retirada, cuándo se retirará y qué hará después. El analista George Stephanopoulos, quien trabajó en el equipo de Bill Clinton, y otros analistas han especulado que por ahora podrían estarse considerando varias estrategias de salida. Una posibilidad es la retirada el 20 de mayo, después de West Virginia, pues este día se juegan Kentucky y Oregon y lo más probable es que Obama se lleve Oregon y Clinton los dos primeros. La campaña de Obama ha dicho que para esa fecha es muy probable que puedan reclamar la nominación. Segundo, negociar los delegados de Michigan y Florida, declarar la victoria en ese punto y dejar la carrera. La tercera es negociar la Vicepresidencia con Obama. Y la cuarta, que es la que algunos temen, es que la senadora se niegue a abandonar y los superdelegados no se decidan y la decisión se tenga que tomar en la Convención en agosto, dividiendo y en consecuencia, debilitando al partido enormemente.

El "techo de cristal" está roto

¿Qué hará ahora Hillary Clinton? A muchos ha asombrado su estoicismo y su stamina. No cabe duda que es una luchadora y que ha ha roto muchas barreras durante estos meses. No creo que la batalla haya sido de género contra raza. Pero sí creo que las mujeres debemos ver en Hillary Clinton un ejemplo, tanto por sus logros, que son muchos; como por sus fallas, que la llevaron a perder la oportunidad de ser la primera mujer en la Casa Blanca. Ahora habrá que ver si la sociedad norteamericana está lista para tener un hombre negro en ese lugar...

Después de todo, de eso se trata la igualdad democrática, de poder luchar, de acuerdo con las reglas, con las mismas oportunidades de ganar.

Pero queda una pregunta más importante ¿Que querrán los Norteamericanos?
Geraldina González de la Vega

No hay comentarios: