Por: Geraldina González de la Vega
En la foto: Vista aérea del Landtag en Düsseldorf a orillas del Rín.
Ayer domingo se celebraron elecciones en Renania del Norte-Westfalia (conocido como NRW por sus siglas en alemán) el estado con más población de Alemania. Estos comicios eran muy importantes para el gobierno de Angela Merkel por varias razones, entre ellas por el hecho de que llegó al Kanzleramt de Berlín gracias a que en 2005 Jürgen Rüttgers de la CDU (Unión Demócratacristiana) arrebató el gobierno de NRW a los socialdemócratas, obligando al entonces canciller alemán, Gerhard Schröder (SPD), a presentar una cuestión de confianza.
NRW cuenta con unos 18 millones de habitantes, contribuye con más del 20% del PIB nacional y es una importante zona minera e industrial. Se dice que si NRW fuera un estado independiente, ocuparía el lugar 17° de las economías del mundo, y es que aquí se encuentran muchas de las más importantes empresas alemanas y se manufacturan poco más del 20% de las exportaciones de este país. De tal forma que el tema financiero es uno de los más importantes para esta región. NRW estuvo gobiernada desde 1966 por los socialdemócratas (SPD por sus siglas en alemán) hasta mayo de 2005. En aquel año el gobierno SPD-Verdes de Gerhard Schröder ya venía arrastrando altísimos porcentajes de desempleo y la resistencia dentro de su propio partido para correrse un tanto a la derecha para impulsar ciertos cambios en el sistema de seguridad social. En su campaña Rüttgers prometió el cambio, mejorar la situación económica para promover la creación de empleos, muchos creyeron en él, y en las promesas sobre subvenciones de carbón, energía eólica, desempleo y cuestiones educativas. Después de 39 años de gobierno, el SPD perdía las elecciones por una diferencia de 7% frente a la CDU, el bastión socialdemócrata se había perdido. Este resultado que representaba ya la pérdida de todos los estados federados para la coalición en el Gobierno, obligó al SPD en Berlín a reaccionar. Para julio, Schröder presentaría una cuestión de confianza en el Bundestag (Cámara baja) pactada con su coalición para disolver la cámara y convocar a nuevas elecciones que le dieran la legitimidad para promover la agenda que su gabinete trabajaba. La cuestión de confianza fué perdida al revés, esto es, quienes votaron en su contra fueron su partido (SPD) y su socio (Verde). Los partidos de oposición estaban en contra de la solución pues consideraban que era un engaño, por ello presentaron un recurso de constitucionalidad. El Tribunal Constitucional resolvió a favor de Schröder argumentando que el Gobierno estimaba que era necesaria la capacidad de gobernar y que para ello el mecanismo era un medio legal y legítimo. En seguida el Presidente Federal, Horst Köhler, disolvió la cámara y convocó a elecciones para septiembre. Durante todo el verano las encuestas colocaban a la coalición SPD-Verde a la cabeza, mientras que la CDU de Angela Merkel se mantenía abajo. La noche del 18 de septiembre de 2005, cerraron las casillas y se comenzaron a dar a conocer los números. El SPD había perdido 4 puntos con respecto a la elección anterior (2002), mientras que la CDU a pesar de haber perdido 3 puntos, se colocaba muy ligeramente a la cabeza. Ambos partidos obtuvieron los peores resultados de su historia, con 35% y 34%, la CDU y el SPD se vieron obligados a formar gobierno con Angela Merkel a la cabeza, pues su partido había obtenido 4 mandatos más que el SPD. Gerhard Schröder se retiró de la política.
Volvamos a NRW. Con los resultados de mayo de 2005, Jürgen Rüttgers de la CDU formó gobierno con los liberales del FDP. Entre las promesas de campaña incumplidas se encuentran la reforma al sistema escolar y el combate al desempleo, además de que se reclama al gobierno de haber favorecido a las grandes empresas de energía eléctrica como E.On. La CDU desde 2004 presentó como agenda el establecimiento de colegiaturas para todas las universidades públicas, de manera que una de las primeras medidas del Gobierno Rüttgers fué el cobro de 500€ semestrales, cuestión que no ha sido bien recibida en las universidades y que provocó muchas marchas y huelgas estudiantiles en las instituciones. Durante el último año Rüttgers se ocupó de los titulares con comentarios racistas o con problemas por conflictos de intereses, aunado a la quiebra de Opel y a la salida de Nokia, que provocaron impresionantes pérdidas de puestos de trabajo.
A pesar de que todavía hace un mes las encuestas lo colocaban todavía por encima del SPD, Rüttgers no pudo colocarse bien con los electores. Mientras tanto, el Gobierno federal trataba de sortear la crisis griega haciendo uso de una mala estrategia. Angela Merkel decidió aplazar durante varias semanas la decisión para Grecia de cara a las elecciones de NRW, a sabiendas de que el tema económico en este estado es de los más importantes. No era posible decir a los electores que no se rescató Opel y sus miles de plazas de trabajo, que no se hizo nada con la salida de Nokia y sus miles de plazas, que se podrían cobrar matrículas a los estudiantes obligándolos a endeudarse, y que sí se podían prestar 20mil millones de euros a los griegos. Sabían que el elector se enojaría. Pero la realidad es que la situación griega no podía esperar y en lugar de tomar la decisión y controlar el daño, la CDU decidió esperar y esperar hasta que apenas cinco días antes de la elección, Grecia les estalló en la cara. De lo que podía haber sido un tema nacional controlable y explicable, se convirtió en un tema local que a muchos indignó. Se planteó la incongruencia de que el Gobierno alemán estuviera listo para regalar a los griegos miles de millones o para rescatar a los bancos e instituciones financieras, pero no para ayudar a sus estudiantes ni a sus desempleados. Y se plantea que ahora los alemanes estarían endeudados para pagar los malos negocios y los malos gobiernos extranjeros. Aunado a la falta de estrategia de la crisis Griega de cara a las elecciones de NRW, el vicecanciller y Ministro de exteriores, Guido Westerwelle puso sobre la mesa ya hace un par de meses, el tema de las subvenciones a desempleados. Westerwelle planteó la iniquidad del sistema que da más dinero a un desempleado de lo que puede ganar un empleado. De manera que aparece de nuevo la injusticia que muchos alemanes perciben alrededor de un sólo tema: el trabajo. Todo el espectro político plantea esta cuestión, cuya respuesta es, evidentemente, la diferencia de los programas políticos de los 5 principales partidos en Alemania.
Anoche cerca de las 6pm aparecieron los resultados, Hannelore Kraft del SPD parecía ser la vencedora y de acuerdo con los últimos datos, estaría en condiciones de formar gobierno. El Gobierno de Jürgen Rüttgers fué claramente rechazado, con respecto a 2005, la CDU perdió 10 puntos, su socio, los liberales del FDP no cambiaron, permanecieron con el 6% de los votos. El SPD tampoco puede cantar victoria, pues con respecto a la elección pasada, perdió 4 puntos; mientras que el partido Verde fué el ganador de la tarde pues obtuvo un incremento de casi 6 puntos, lo que con respecto a 2005 implica el doble de asientos. Los resultados actuales dan a los dos grandes partidos un empate, 67 asientos tendría cada uno en el Landtag formado por 181 diputados. Hasta este momento el SPD no alcanza a formar gobierno con los Verdes y sus 23 diputados, pues se quedan cortos por un asiento, lo que implicaría que: se forme un gobierno de gran coalición, es decir, SPD-CDU o se busquen las opciones tripartitas como el SPD-Verde-Izquierda o SPD-Verde-Liberales, y queda la opción CDU-Verde-Liberales la que mantendría a Rüttgers en el Gobierno. El resultado Verde coloca a este partido en el centro como el Königsmacher (quien pone la corona al rey). Tanto los Verdes como el SPD ya han declarado sus preferencias, y todo parece indicar que la CDU, y probablemente los liberales, regresarán a la oposición en el parlamento de Düsseldorf. Un dato relevante es que La Izquierda (Die Linke) no sólo entra por primera vez al Landtag de NRW, sino que es probable que lo haga formando gobierno. Los resultados de las elecciones confirman la tendencia que ya se notaba en las pasadas elecciones federales, la disminución de los dos grandes partidos, llamados “partidos ciudadanos” por agrupar intereses generales y comunes, frente a los partidos pequeños con temas particulares, como los Verdes, los Liberales y la Izquierda. Otro dato interesante es el Partido Pirata que obtuvo un 2% de los votos y que aunque no pasó la barrera del 5% para entrar al parlamento, sí obtuvo un importante porcentaje de votos para ser su primera elección en NRW.
Con los resultados de NRW el Gobierno Federal pierde su mayoría en el Bundesrat. La Cámara alta está conformada por representantes de cada gobierno local. Es decir, los senadores no son electos, sino nombrados por los ministros presidentes de cada estado, de manera que representan esos gobiernos. El Bundesrat cuenta con 69 miembros electos a partir del número de habitantes de cada estado federal; NRW, Baden Württemberg, Bayern y Niedersachsen aportan 6 senadores cada uno al Bundesrat. Los demás estados tienen entre 3 y 5 senadores. La coalición negro-amarilla, como es conocida la coalición del Gobierno de Merkel, tenía hasta el sábado 37 senadores. Al perder NRW, se queda con 31, es decir, ya no tendría mayoría. Ello implica que, con los resultados de anoche, se complicará la aprobación de la agenda del Gobierno federal recién electo en septiembre de 2009. Los resultados de NRW se interpretan en el sentido del rechazo a esta agenda y de las medidas que el Gobierno ha tomado en su primer semestre.
La realidad es que el Gobierno de Merkel tambalea desde la semana pasada, pues la Canciller molestó a sus socios del FDP al pedir la ayuda del SPD en el Bundestag para la aprobación de la ayuda a Grecia. El viernes por la noche Guido Westerwelle amenazaba con romper la coalición si no era respetado el convenio entre ambos partidos. Después de los resultados de ayer, comienzan ya a señalarse a los culpables. Los “barones de la Unión”, como son conocidos los ministros presidentes de la CDU, reclamaron hoy un cambio de rumbo a Merkel y señalaron la política liberal del FDP como la culpable del descontento de los electores de la democraciacristiana. Y es que en la campaña de 2009, el FDP presentó como propuesta básica la disminución de impuestos, cuestión a la que se oponen muchos dentro de la Unión y que ven como una de las razones de su debacle en NRW. La realidad es que ya desde hace varios meses Angela Merkel no tiene muy contentos a sus colegas del partido, y esta es una oportunidad perfecta para reprimirle. El mes pasado Angela Merkel celebró su décimo aniversario al frente de la CDU, habrá que ver si después de la derrota de anoche, los barones de la Unión desean dejarla en ese puesto unos años más.
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